La Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara recupera el brillo que le había arrebatado la pandemia de covid-19. Las autoridades de la gran fiesta del libro en español se han mostrado satisfechas este domingo con los números de visitantes a la feria, casi un millón de personas. Además, celebran el incremento en la cantidad de sellos editoriales que participaron este año, con casi tres mil firmas de la industria. Todo han sido agradecimientos y festejos de quienes dirigen este evento que ocupa el segundo lugar entre las ferias de libros del mundo. “La FIL este año rompió todos los récords”, ha afirmado Ricardo Villanueva Lomelí, rector general de la Universidad de Guadalajara, que organiza el evento.
Los datos ofrecidos por las autoridades de la FIL muestran que 907.300 personas visitaron la feria, casi 50.000 personas más que el año pasado, cuando asistieron 857.315 visitantes. También aumentó el número de editoriales, que pasó de 2.469 en 2023 a 2.763 este año. La dirección de la feria no ha dado números sobre ingresos o cantidad de libros vendidos. Este año se suma también otro “récord” a los de la feria. Sergio Ramírez, curador del programa literario de España, país invitado, ha dicho que “es la delegación más grande de un país invitado hasta la fecha”, con más de 300 personas, entre escritores, artistas, editores y autoridades, entre ellas la vicepresidenta segunda del Gobierno español y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun.
“Las personas han respondido con entusiasmo a su encuentro con los libros desde el primer día”, ha dicho Marisol Schulz, directora de la FIL, quien ha afirmado que en esta edición las casas editoriales y librerías han registrado “un mayor número de ventas”, aunque no han ofrecido datos específicos, como suele suceder con las editoriales. Algunas, como Planeta, uno de los gigantes del sector, ha informado que las ventas han sido un 50% mayores que en la pasada edición.
José Trinidad Padilla, presidente de la feria, ha explicado que la recuperación en el número de visitantes “es producto del trabajo de muchas personas en beneficio de las y los lectores, que han respondido de manera inigualable a su cita con la FIL”. Durante los días de la feria se podía ver los pasillos llenos de gente, enormes colas para acceder a las diferentes presentaciones y largas esperas en las cajas registradoras para pagar los libros. Bajo el lema de “Camino de ida y vuelta”, España pasa la estafeta a Barcelona, ciudad invitada en la próxima edición de la feria, la número 39.