Durante la última década, los streamers han adquirido una mayor prominencia en el panorama de los juegos y algunos incluso han atraído un importante número de seguidores. Ahora, un nuevo informe sugiere que los jugadores pasan más tiempo viendo videojuegos que jugando ellos mismos. Y podría representar una oportunidad para que los editores de videojuegos obtengan más ingresos de sus fans más fuertes.
Media Research ha publicado un informe de 17 páginas que detalla el tiempo que los jugadores de diferentes grupos de edad pasan jugando y viendo videos relacionados con juegos. La encuesta de consumidores se realizó en el segundo trimestre de 2024 y contó con respuestas de jugadores de Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Canadá, Alemania, Francia, Suecia, Corea del Sur y Brasil. Según el informe, el tiempo total promedio que los jugadores dedican a su pasatiempo es aproximadamente poco menos de 16 horas por semana. Solo se dedican 7,4 horas a jugar, y las 8,5 horas restantes se dedican a ver contenido de juegos en Twitch, YouTube y las redes sociales.
El informe continúa argumentando que las empresas de videojuegos deberían capitalizar esta tendencia creando sus propias plataformas para que los jugadores vean contenido de usuario relacionado con el juego. Este “potencial sin explotar para que los editores de juegos incorporen contenido de vídeo a su ecosistema” podría, en teoría, atraer publicidad y patrocinios que actualmente van a otras tiendas. Más importante aún, puede brindar a los editores una línea directa con los compradores de juegos entre muchos de sus clientes más dedicados.
Sin embargo, el intento de cualquier editor de seguir estas sugerencias tiene un inconveniente. YouTube, Twitch y otros medios ya cuentan con una parte importante de la audiencia de juegos. Tratar de convencer a los fanáticos de que salten de un lugar donde pueden ver lo que quieran a un ecosistema cerrado dedicado a un solo editor puede no ser tan atractivo como sugiere el autor del informe.