El Metaverso no es lo que parece. No es un videojuego con personajes nerds interactuando a través de espacios infantilizados a través de incómodas gafas aislantes de realidad aumentada. Es mucho más: representa un espacio digital que combina lo virtual con lo físico, con relaciones reales y dinámicas que existen incluso si el usuario desconecta, interconectados con todos los dispositivos que son y serán parte de la vida cotidiana, con la realidad económica. y capacidad social y en el que se mueve un nuevo yo: la identidad digital. “Es la nueva Internet”, resume roberto romeroTecnólogo creativo del equipo de Accenture Song tras trabajar en empresas como Oculus, Sony y HTC.
“En los próximos cinco años veremos cómo se intensifica la convergencia de todas las tecnologías y de tal manera que debemos prepararnos”, advierte Stephen Ibaraki, consultor tecnológico internacional y fundador de AI para el bien.
Esta fusión tecnológica será el metaverso, según Romero: “Lo asociamos con los videojuegos y el uso de gafas. No lo es. No es una plataforma de juegos. Será una red, la definición de cómo vemos Internet. Ahora necesitamos un teléfono móvil o una computadora, pero el metaverso te permitirá ver y usar todo con tu identidad digital.
Está de acuerdo con Romero Bang Seung Chanpresidente del Instituto de Investigación en Electrónica y Telecomunicaciones (ETRI): “Metaverse es una plataforma futura y una tecnología de servicio que hará avanzar enormemente la Internet que utilizamos actualmente. “Traerá grandes cambios a nuestra sociedad en su conjunto y conducirá a la innovación en diversos campos industriales”.
El tecnólogo español admite que el concepto ha sido “estigmatizado” porque ha sido utilizado por empresas emergentes para vender productos como criptomonedas (algunas querían vender pisos y muebles o servicios de abogados virtuales). “Ha socavado la confianza de la gente”, admite. Pero insiste en que el metaverso es una unión tecnológica en la que hay que trabajar para asegurar, a escala global, no sólo su desarrollo tecnológico, sino también su seguridad, privacidad, acceso, regulación, competencia y sostenibilidad.
Usaremos la tecnología de una manera que no todos pueden imaginar. Incluso sustituirá a los teléfonos móviles tal y como los conocemos ahora.
Roberto Romero, tecnólogo creativo
“A partir de ahí, utilizaremos la tecnología de una manera que no todo el mundo puede imaginar. Incluso sustituirá a los teléfonos móviles tal y como los conocemos ahora. Porque la gente preferirá llevar el dispositivo integrado en su apariencia y funcionará con todo lo que tenga disponible en casa, en el trabajo o con el vehículo. Y será más seguro porque es una capa controlable, porque habrá una identidad real ligada a la digital responsable de todo lo que se haga. Será un ecosistema donde empresas, personas e instituciones podrán conectarse de una manera muy diferente, mucho más directa, segura y justa”, apunta Romero.
El corazón de ese ecosistema, tal como se ve hoy, estará integrado en gran medida en el paisaje. Es la apuesta de Meta, el nombre del conglomerado tecnológico creado por el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, que lo presentó a finales de septiembre. Oriónun prototipo de lente, algo más gruesa que unas gafas de sol, inalámbrica y con capacidad de visualización holográfica y conexión a redes de la empresa y un asistente de inteligencia artificial.
Pero no sólo la apariencia. “Muchas partes del cuerpo humano, desde la cabeza hasta los pies, tienen el potencial de convertirse en interfaces (conexiones) hombre-máquina. Se puede utilizar el cerebro, los ojos, los oídos, la nariz, la boca, la garganta, las yemas de los dedos, la piel, las muñecas y los pies”, afirma Tian-Ling Ren, autor principal de un estudio sobre materiales para sensores y Vicedecano de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Información de la Universidad de Tsinghua (China).
Muchas partes del cuerpo humano, desde la cabeza hasta los pies, tienen el potencial de convertirse en conexiones hombre-máquina.
Tian-Ling Ren, vicedecano de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Información de Tsinghua
El objetivo de las nuevas tecnologías del metaverso es una interacción constante, fluida y segura entre máquinas y personas. “En lugar de incorporar la tecnología a nuestro mundo físico, la asimilaremos a un entorno virtual”, defiende Xiong Zehui, profesor de la Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur.
Y los usos serán los mismos que proporcionan la inteligencia artificial, Internet y el deseo humano de progreso en todos los ámbitos, desde la educación y el entretenimiento hasta la medicina o el desarrollo industrial y económico, pero con nuevas capacidades que aúnan lo físico y lo virtual.
Prueba de su potencial es la proliferación de patentes relacionadas con el metaverso en los últimos cinco años: 2.000 propuestas de software y hardware registradas por 842 empresas, centros de ciencia y tecnología, universidades e investigadores. Entre las empresas más activas se encuentran Microsoft, Samsung, Magic Leap, International Business Machines Corp, Disney, Meta, Adobe, Verizon e Intel.
Y si se puede considerar que sus usos amplían la capacidad de las tecnologías ya presentes, también se pueden prever riesgos similares a los que enfrenta Internet y el surgimiento de la inteligencia artificial.
Un estudio reciente de la Universidad Atlántica de Florida (FAU) en colaboración con la Universidad de Wisconsin-Eau Claire, ha analizado las experiencias de 5.000 usuarios de entre 13 y 17 años de estos sistemas metaversos emergentes. Según los resultados publicados en Los medios y la nueva sociedad, un porcentaje significativo de adolescentes ha experimentado discursos de odio (8,9%), intimidación (37%), acoso sexual (19%), amenazas (29%), comportamiento de intimidación. aseo – depredadores que generan confianza en los menores – (18%) y exposición no deseada a contenido violento o sexual (21%). El estudio también encontró diferencias de género significativas en las experiencias.
“Ciertas poblaciones de jóvenes (en particular las niñas) son desproporcionadamente vulnerables al daño, en particular aquellos que sufren angustia emocional o problemas de salud mental, baja autoestima, malas relaciones con los padres y poca cohesión familiar. Debido a las características únicas de los entornos metaversos, los jóvenes pueden necesitar atención y apoyo adicionales. El carácter inmersivo de estos espacios puede amplificar experiencias y emociones, lo que resalta la importancia de contar con recursos personalizados para garantizar tu seguridad y bienestar”, advierte. Sameer Hindujaautor principal de la investigación y profesor de la FAU y asociado de Centro Berkman Klein de la Universidad de Harvard. “”.
Roberto Romero defiende que, ante esta realidad, la mejor arma es la formación y el control parental: “Los padres deben cuidar la educación digital de sus hijos desde el momento en que ponen cualquier dispositivo en su vida, empezando por el mando a distancia del televisor. con el que pueden acceder al contenido de YouTube. Los padres deben vigilar los contenidos que consumen sus hijos online y también enseñarles valores, que son muy importantes. El mundo digital es cotidiano, masivo, inmediato y es importante para la salud mental. La educación es esencial”.
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